Nueves clubes reviven la dramática batalla por la permanencia en Primera
A falta de dos jornadas para la conclusión de la Liga BBVA, y con el título ya decidido, el interés se concentra en la batalla por eludir el descenso a la división de plata de nuestro balompié. Almería y Hércules no han conseguido el objetivo de la permanencia y jugarán en la Liga Adelante en la próxima temporada. Sin embargo, nueve clubes conviven con la trágica posibilidad de ocupar la tercera plaza que les envíe al abismo deportivo. El Imparcial ha repasado la dramática situación de estos clubes y cómo afrontan jugadores y entrenadores los dos partidos más importantes del año.
El campeonato nacional del Liga 2010-2011 está llegando a su fin. El fútbol español ha vuelto a sufrir el dominio de los dos gigantes –Barcelona y Real Madrid-, que se han repartido los trofeos en disputa: Liga y Zamora para los catalanes y Copa y Pichichi para los madrileños. La competición doméstica se ha disputado bajo la sombra de los impagos a jugadores, amenazas de huelga por parte de los clubes, y las continuas quejas relativas a la polémica distribución de los ingresos por los derechos de explotación televisiva que, a juicio de la mayoría de los clubes nacionales, adultera la competición.
Pero, lejos de la lucha por los trofeos se está dirimiendo una dramática batalla. Nueve clubes -Málaga, Osasuna, Deportivo, Sporting, Zaragoza, Getafe, Real Sociedad, Levante y Mallorca- pelearán en las últimas dos jornadas por reconducir su situación y conseguir la salvación deportiva y económica. Una de las Ligas más desiguales en la parte alta de la clasificación se ha convertido en una de las competiciones más igualadas desde el puesto décimo de la tabla.
Las dos próximas jornadas, que se jugarán entre este domingo (21:00 horas) y el próximo fin de semana, acogerán los enfrentamientos decisivos que enviarán a un equipo al infierno deportivo. La salida de esta recta final dispone al Málaga (45 puntos), Mallorca (44 puntos), Real Sociedad (44 puntos), Levante (44 puntos), Osasuna (44 puntos) en mejor posición que Sporting (43 puntos), Deportivo (42 puntos), Getafe (40 puntos) y Zaragoza (39 puntos), en la lucha por alcanzar los 46 puntos que aseguren la permanencia.
En esta guerra se enfrentan sin red de seguridad clubes con tradición en la máxima categoría de nuestro fútbol, jugadores que han sido internacionales con la selección española, campeones de Copa en temporadas anteriores e históricos recién llegados a la Primera División. Pero, ¿cómo afrontan esta complicada situación?
Para comprender la importancia del componente psicológico de esta batalla, El Imparcial ha consultado con el dirigente del Grupo de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Alejo García Naveira. El doctor nos explica la importancia de preparar psicológicamente a los jugadores ante la nueva situación (adversa), en el que se busca “el máximo rendimiento del equipo”. Para García-Naveira, “el manejo de la ansiedad y del estrés son competencias psicológicas que el jugador tiene que aprender y desarrollar”.
El psicólogo, nos explica que en “la lucha por no descender el ambiente de trabajo suele ser más negativo o cargado”, por lo que resulta necesario trabajar la cohesión del equipo, tanto en la mejora de las relaciones como en el establecimiento de objetivos compartidos. También, hay que tener presente que esta situación estresante puede favorecer a que se produzcan más lesiones (musculares) de lo habitual debido a la presión que los jugadores padecen. Finalmente, el doctor llama la atención sobre el trabajo del psicólogo con el entrenador y los directivos para potenciar su liderazgo, y de esta forma, sacar el mejor desempeño de los jugadores.
A falta de dos jornadas para la conclusión de la Liga BBVA, y con el título ya decidido, el interés se concentra en la batalla por eludir el descenso a la división de plata de nuestro balompié. Almería y Hércules no han conseguido el objetivo de la permanencia y jugarán en la Liga Adelante en la próxima temporada. Sin embargo, nueve clubes conviven con la trágica posibilidad de ocupar la tercera plaza que les envíe al abismo deportivo. El Imparcial ha repasado la dramática situación de estos clubes y cómo afrontan jugadores y entrenadores los dos partidos más importantes del año.
El campeonato nacional del Liga 2010-2011 está llegando a su fin. El fútbol español ha vuelto a sufrir el dominio de los dos gigantes –Barcelona y Real Madrid-, que se han repartido los trofeos en disputa: Liga y Zamora para los catalanes y Copa y Pichichi para los madrileños. La competición doméstica se ha disputado bajo la sombra de los impagos a jugadores, amenazas de huelga por parte de los clubes, y las continuas quejas relativas a la polémica distribución de los ingresos por los derechos de explotación televisiva que, a juicio de la mayoría de los clubes nacionales, adultera la competición.
Pero, lejos de la lucha por los trofeos se está dirimiendo una dramática batalla. Nueve clubes -Málaga, Osasuna, Deportivo, Sporting, Zaragoza, Getafe, Real Sociedad, Levante y Mallorca- pelearán en las últimas dos jornadas por reconducir su situación y conseguir la salvación deportiva y económica. Una de las Ligas más desiguales en la parte alta de la clasificación se ha convertido en una de las competiciones más igualadas desde el puesto décimo de la tabla.
Las dos próximas jornadas, que se jugarán entre este domingo (21:00 horas) y el próximo fin de semana, acogerán los enfrentamientos decisivos que enviarán a un equipo al infierno deportivo. La salida de esta recta final dispone al Málaga (45 puntos), Mallorca (44 puntos), Real Sociedad (44 puntos), Levante (44 puntos), Osasuna (44 puntos) en mejor posición que Sporting (43 puntos), Deportivo (42 puntos), Getafe (40 puntos) y Zaragoza (39 puntos), en la lucha por alcanzar los 46 puntos que aseguren la permanencia.
En esta guerra se enfrentan sin red de seguridad clubes con tradición en la máxima categoría de nuestro fútbol, jugadores que han sido internacionales con la selección española, campeones de Copa en temporadas anteriores e históricos recién llegados a la Primera División. Pero, ¿cómo afrontan esta complicada situación?
Para comprender la importancia del componente psicológico de esta batalla, El Imparcial ha consultado con el dirigente del Grupo de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Alejo García Naveira. El doctor nos explica la importancia de preparar psicológicamente a los jugadores ante la nueva situación (adversa), en el que se busca “el máximo rendimiento del equipo”. Para García-Naveira, “el manejo de la ansiedad y del estrés son competencias psicológicas que el jugador tiene que aprender y desarrollar”.
El psicólogo, nos explica que en “la lucha por no descender el ambiente de trabajo suele ser más negativo o cargado”, por lo que resulta necesario trabajar la cohesión del equipo, tanto en la mejora de las relaciones como en el establecimiento de objetivos compartidos. También, hay que tener presente que esta situación estresante puede favorecer a que se produzcan más lesiones (musculares) de lo habitual debido a la presión que los jugadores padecen. Finalmente, el doctor llama la atención sobre el trabajo del psicólogo con el entrenador y los directivos para potenciar su liderazgo, y de esta forma, sacar el mejor desempeño de los jugadores.
Para conocer la perspectiva de los directores deportivos sobre la situación comprometida que viven estos clubes, El Imparcial ha hablado con el director general del Osasuna, equipo que está a dos puntos de lograr la salvación matemática. “En Navarra somos conscientes de que dadas nuestras limitaciones económicas, la pelea por la permanencia no es un lugar extraño para nosotros” asegura José Gómez Castells. El dirigente de la institución pamplonica, que define a la permanencia como el objetivo “fundamental e irrenunciable” de comienzos de la temporada, nos resalta la importancia del rol de la afición en estos momentos: “La afición de Osasuna es vital y, sin duda, el principal valor del club”.
Ante la perspectiva del descenso, Gómez Castells asegura que representaría “un problema serio para el club desde cualquier punto de vista”. Sin embargo, el dirigente navarro destaca la mentalidad de toda la institución para solventar los partidos que quedan y salvar la categoría. “Hay apretar los dientes y estar todos juntos con el equipo”.
Pero, para comprender la relevancia que supone para un club de fútbol el hecho de continuar en Primera División, basta con reflejar dos ejemplos. El primero está protagonizado por Marcelino García Toral, entrenador del Racing de Santander, equipo que ya ha confirmado su permanencia de manera matemática. El técnico asturiano nos comentaba antes de lograr la victoria frente al Atlético y sellar la permanencia que veía a la plantilla “ilusionada y convencida de que vamos a conseguirlo, aunque será muy difícil”. Tras lograr el objetivo, el entrenador racinguista describía sus sentimientos del siguiente modo: “estoy tremendamente feliz por estar fuera del agobio final”.
El segundo ejemplo resulta antagónico en cuanto al discurso y a la situación que lo provoca. El Hércules de Alicante ha certificado la pasada jornada su descenso matemático a la Liga Adelante. Miroslav Djukic, que llegó al banquillo alicantino en las últimas jornadas del torneo, explicaba en rueda de prensa el drama que estaba viviendo su equipo: “Estamos jodidos todos. Me da pena porque los jugadores hacen muchas cosas bien, pero por falta de concentración y de contundencia se tira todo por la borda".
En otro plano se encuentran los clubes que todavía no tienen asegurada la permanencia y que se toman estos dos partidos finales como los más de su historia reciente. Uno de ellos es el Deportivo de la Coruña, que tras protagonizar temporadas brillantes a comienzos de la pasada década, sufre la tensión propia de esta batalla por salvarse. A pesar de que el club ha ordenado el silencio a sus profesionales para preservar la concentración e intensidad de esta situación, su entrenador no pudo reprimir sus sentimientos al término de la pasada jornada. Miguel Ángel Lotina explicó tras el empate en Gijón que "el vestuario está llorando y queda un gran trabajo tremendo para levantar la moral porque la situación muy complicada”.
El capitán del Zaragoza, Ander Herrera, representa una manera diferente de afrontar la crisis del equipo. El club maño ha afrontado esta misma situación en los últimos años, por lo que la mentalidad del vestuario es notablemente a la del Deportivo o Hércules. El joven jugador aragonés expresó la seguridad con la que afrontan sus compañeros esta recta final: "Si pudiera jugaría esta tarde contra el Espanyol y contra el Levante pasado mañana. Lo haría porque tenemos ganas de cambiar esto". El mediocampista de 20 años se ha mostrado confiado sobre el próximo encuentro ante los “pericos”. “No se van a llevar nada de La Romareda, antes tendrán que pasar por encima de todos nosotros" –aseguró Herrera-.
Michel, entrenador del Getafe, ha visto como su equipo ha pasado de luchar por los puestos que permiten jugar competición europea a pelear por no descender en tan solo 15 partidos. El técnico madrileño ha explicado que “no teníamos ninguna necesidad de estar a este nivel, pero ahora hay que pasar página y no buscar reproches que no ayudan nada de cara al domingo".
Pero el declive en el juego y en los resultados que ha sufrido el Getafe es un mal que ha afectado también, y de manera dramática, al Almería. El conjunto andaluz ha sido el primer equipo en perder la batalla y descender a la Segunda División. Su entrenador, Roberto Olabe, indicó la dificultad que encuentra para que sus jugadores salgan mentalizados a jugar los partidos que les quedan: “Tenemos que conseguir cada día un estímulo y un reto para estos encuentros, que pueden ser parte del futuro de todos nosotros y no podemos desperdiciarlos de ninguna manera". La Liga 2010-2011 se apaga y con ella se marchará también uno de los nueves clubes que luchan con todas sus fuerzas para evitar el descenso al infierno deportivo.
